Por Miriam Arocena, esposa de Eduardo.
Ya mi esposo Eduardo Arocena cumplió 28 años en cárceles de Estados Unidos, por Luchar por la Libertad de su querida Cuba.
Durante más de medio siglo de cruenta tiranía castrista, los heroicos combatientes contra el castrismo, en Cuba o en el exilio, saben por experiencia propia que la lucha por la libertad entraña riesgos y sacrificios inconmensurables. Desde el mismo inicio de la batalla frontal contra el tirano, los combatientes de las guerrillas en las diferentes regiones de Cuba y, en especial, la lucha guerrillera del Escambray, así como los heroicos expedicionarios de la Brigada 2506 supieron enfrentar virilmente al sátrapa Fidel Castro, al precio de sus vidas o prisión.
Los prisioneros políticos del feroz régimen comunista, en particular los miembros del Presidio Histórico Cubano desde los días del Presidio en Isla de Pinos, verdadero calvario donde el tirano se ensañó brutalmente con los indefensos prisioneros-toda esta pléyade de héroes saben comprender porque lo experimentaron en carne propia, los sacrificios inmensos que ha sufrido Eduardo. A pesar del inmenso sufrimiento que como esposa sufro por mi adorado esposo en largo cautiverio, queda el aliento, consuelo e inspiración que otros prisioneros en el combate contra la tiranía castrista han afrontado heroicamente un encarcelamiento quizás más cruel que el de Eduardo. Me refiero al grupo de valerosos prisioneros políticos cubanos conocidos como Los Plantados, quienes trazaron un ejemplo de dignidad y rebeldía, al costo de sus vidas y sufrimientos incalculables.
El déspota cubano ha tratado siempre de desacreditar a Eduardo con su campaña de calumnias e improperios. Para el tirano miserable que se ha empecinado y dedicado sistemáticamente a masacrar a su pueblo, mi esposo es un vulgar terrorista. Esta campaña cínica y cobarde es una estrategia de los Castros, quienes tildan de terroristas a todos los que lo combaten en aras de la libertad de Cuba.
Así, símbolos del combate sin cuartel contra la tiranía y verdaderos héroes en la lucha por la libertad, como el Dr. Orlando Bosh y Luis Posada Carriles, y todo el grupo de valientes combatientes anti-castristas han sido acusados de terroristas por el tirano que ha secuestrado al pueblo cubano privándolo de la mas minima expresión de libertad.
En estos 28 años quiero expresarles mi más profunda gratitud a todas las organizaciones del exilio, porque todas, de un modo u otro nos han apoyado-unas directamente y otras dándonos aliento para mantenernos optimistas en esta prolongada lucha por la libertad.
En este recuento de 28 años de sufrimientos, quiero de un modo especial expresar mi agradecimiento a dos líderes históricos del exilio:
-A Nazario Sargen, líder histórico de Alpha 66, quien siempre tuvo una palabra de aliento, solidaridad y quien nos ayudo con la más absoluta generosidad, patriotismo y compromiso a favor de la liberación de Eduardo.
- A Héctor Fabián, incansable combatiente y líder de ejemplar trayectoria y valentía en la lucha contra el tirano, y quien siempre, y por décadas, nos ha estado brindando su ayuda, apoyo y aliento en los momentos más difíciles y duros.
Asimismo, deseo expresarle mis más sincero agradecimiento a Ernesto Diaz Rodríguez, Secretario General de Alpha 66 por el apoyo que nos brinda en aras de la libertad de Eduardo. Este agradecimiento es extensivo a Osiel González y Reinol Rodriguez, a los demás líderes de Alpha 66 y a todos sus heroicos combatientes.
Y mi más sincero agradecimiento a Sara Medina, viuda del Dr Diego Medina, por su apoyo y ayuda constante.
Gracias a Las Organizaciones Patrióticas, las Religiosas, los Masones de Miami, y los Masones de New Jersey, Miguel Teurbe Tolon, al Colegio de Periodismo en Miami, y North Bergen, New Jersey, y a todos las personas de la Radio y Televisión, en particular a Armando Perez Roura, por su gentileza, solidaridad, profesionalismo y su apoyo constante durante tantos años. Y gracias a la estación de radio La Poderosa y a Jorge Rodriguez, cuya mano amiga se extiende siempre que se necesita.
Es imposible, por limitaciones de espacio, el nombrar a todas las organizaciones, combatientes anti-castristas y amigos del pueblo que nos han brindado su apoyo.
Han transcurrido muchos años. Perdón si faltan personas a mi memoria; los años nos caen; solo en estos 28 años he visto a Eduardo nueve veces. Primero, gracias a los Masones de aquí, al Mason que se encuentra con Dios, Pancho Hernandez, que ayudo mucho y mi hija pudo ir a ver a su padre sola, lo que ella anhelaba hacer. Gracias, Pancho, gracias. Empezaron a pasar los años y no se podía ver a Eduardo; no había para pasajes. Las últimas 4 o 5 veces Héctor Fabián, pidiéndolo en la Radio, hizo posible que yo pudiera ver a Eduardo. Ahora ya hace 5 años que no lo veo: no quiero olvidar a los hermanos López: ellos saben que son mis hermanos. Otro hermano que se acuerda de nosotros y también de mis nieto-los nietos que desean a su Abuelo en casa o al menos que lo pongan cerca, y mi hermano Luis Crespo. Gracias, Mis Ángeles de a pie, que aunque me dicen: “es poco”, para mi vale más pues se lo quitan de sus necesidades.
Gracias A Monseñor Agustín Román, quien ha tenido por años una conexión muy linda con Eduardo pero ya hace tiempo no le dan sus cartas a Eduardo.
A todo el exilio, sus organizaciones, sus dirigentes y miembros por toda la ayuda prestada.
Confío en Dios y sé que algún día mi esposo estará en casa. Eduardo lo sacrificó todo por querer que Nuestra Patria fuera Libre.
Dios los cubra de bendiciones.
Miriam Arocena
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